El mundo independentista se debate entre múltiples facciones que radicalizan sus posturas hasta extremos de hacer inviable cualquier convivencia entre ellos. Y no solo entre los grandes partidos que hasta ahora han liderado el proceso como son ERC y JxCAT, PDeCAT o como quiera que se llame hoy….
Las asociaciones como ANC y OMNIUM tienen posturas no siempre coincidentes y los seguidores de base, el independentismo de a pie se mueve entre el enfado, el desconcierto, la ira y la frustración….
Y el sentimiento de engaño.
Porque hay muchos que se sienten estafados al ver que ni era fácil, ni rápido ni tendría el apoyo y admiración unánime del mundo mundial.
Los esfuerzos por mantener un mínimo de cohesión chocan con los intereses personales de aquellas personas que utilizan Cataluña como tablero de juego, especialmente el huido Puigdemont y su corte y algún que otro político preso.
Junqueras, con un cambio de discurso pujoliano, pretende -por fin- encumbrar a ERC hasta lo más alto, pero es difícil hacer de equilibrista en estos tiempos de trampantojo político en el que el mayor aplauso se lo lleva el que la dice más gorda.
Gestionar un territorio en la que una parte de la ciudadanía ha desconectado de la realidad y vive en una dimensión diferente en la que hay una república soberana sometida bajo la represión de un decrépito estado cruel y desalmado que es capaz de mover sus tentáculos más allá de sus fronteras para que Europa y la ONU no ayuden a los desvalidos nativos que están siendo colonizados y humillados pese a ser la cuna del conocimiento que ha iluminado el mundo en los últimos milenios, desde el homo catalanensis, inventor de la rueda hasta Lleonard De Vicent, más conocido con Leonardo Da Vinci…
En las obras griegas, cuando una escena llegaba a un punto crítico en el que al héroe se le habían acabado todas las oportunidades reales y factibles de hacer frente al problema, un armatoste mecánico a modo de mandato divino lo rescataba dejándolo sano y salvo y resolviendo lo irresoluble.
El Deus ex Machina de Cataluña se llama PSC
Opino, luego existo... 